Las primeras lentes de contacto rígidas, comúnmente conocidas como lentes duras, salieron al mercado a finales de 1940 y estaban hechas de Polimetil Metacrilato o PMMA, un plástico desarrollado para el uso de la industria militar. Las lentes de contacto rígidas fueron hechas de este material desde 1948 hasta 1980. Antes de las lentes de contacto blandas, el PMMA era el material de uso general.
Una desventaja del PMMA es la incapacidad de trasmitir el oxígeno desde el aire hasta la córnea, existiendo un riesgo de inflamación y otras complicaciones asociadas.
Las nuevas lentes de contacto blandas llegaron sobre los años 70, pero con la dificultad de la adaptación a la superficie corneal y a la corrección de astigmatismos elevados.
Las actuales lentes Rígidas Permeables a los Gases, popularmente conocidas como “semiduras”, se diferencian de las primeras, en el hecho de que los materiales son permeables al oxígeno y, por lo tanto, permiten con facilidad que el oxígeno atraviese la lente de contacto para llegar a la córnea.
En la actualidad, las lentes RGP están compuestas por metilmetacrilato y aditivos como la silicona y el flúor, agregados en distintas proporciones y que son los que le aportan la permeabilidad a los gases. Estos materiales se clasifican en función de la composición del material y de su permeabilidad al oxígeno.
Dicha composición determinará la duración de las lentes según su resistencia a rotura, rayado y a la adhesión de depósitos (más permeables, más frágiles).
Esta permeabilidad del material, es la que aporta mayor ventaja frente a las lentes blandas, ya que permiten al usuario gozar de una mejor "salud ocular" durante el uso de ellas. La lente se comporta como una "malla" que permite el paso de oxígeno necesario para garantizar una correcta fisiología ocular, especialmente en usuarios que las llevan muchas horas al día.
Tienen mayor duración y un mantenimiento más sencillo que las lentes blandas, debido a que los lípidos y proteínas de la lágrima se adhieren a la superficie de la lente y penetran el material blando con mayor facilidad que en las lentes RPG, el material es más resistente a estos depósitos.
La adaptación de estas lentes está especialmente indicada en los siguientes casos: usuarios de hidrogel con conjuntivitis frecuentes, usuarios con poca cantidad lagrimal, elevado contenido proteico o lipídico, control y reducción de la miopía, astigmatismos elevados, irregularidades corneales, entre otras…
Las lentes de contacto de hidrogel convencional son lentes desechables de fácil adaptación y que resultan muy cómodas para el usuario. Los hidrogeles convencionales son materiales usados en las lentes de contacto desde sus inicios.
Tienen excelentes prestaciones y se hallan muy introducidos en el mercado. Actualmente los materiales de hidrogel convencional están siendo sustituidos por los nuevos hidrogeles de silicona debido a los beneficios que ello conlleva para la salud ocular.
Los materiales ópticos de hidrogel de silicona son significativamente más duros que los hidrogeles convencionales, lo que se traduce en que tienen valores superiores del módulo de elasticidad.
La aparición de las lentes de hidrogel de silicona ha supuesto una mejora cualitativa en la práctica clínica de las adaptaciones de lentes de contacto. Sus altos valores de permeabilidad y transmisibilidad del oxígeno en comparación con los materiales convencionales de hidrogel permiten evitar la hipoxia y reducir el edema corneal a los valores alcanzados en el edema fisiológico nocturno.
Las consecuencias de una falta de oxigenación de la córnea son, con el tiempo, la aparición de microquistes, vascularización corneal, pleomorfismo y polimegatismo.
Los niveles mínimos aceptables de oxígeno para garantizar los mecanismos fisiológicos requieren un valor de transmisibilidad de 24 unidades Barrer para el uso diario y 86 para el uso prolongado.
Los materiales de hidrogel de silicona han supuesto la última revolución en materia de ingeniería de materiales para lentes de contacto. Además, han provocado un cambio radical en nuestra práctica clínica y en menos de 6 años , con sólo 5 materiales y 9 diseños representando este grupo, ocupan ya del 20 al 30% de las nuevas adaptaciones de lentes de contacto hidrofílicas.
Existen varias particularidades que caracterizan estos materiales, principalmente en lo que respecta a su hidratación, permeabilidad a los gases, propiedades mecánicas y propiedades de superficie. Son hasta tal punto diferentes de los materiales de hidrogel convencionales que actualmente se cuestiona la posibilidad de incluirlos en la clasificación genérica que la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos ha usado durante las últimas tres décadas.
Como resultado de estas propiedades, el comportamiento clínico de estos materiales también difiere del observado con las lentes de hidrogel convencionales, y es muy importante para el profesional conocer tanto los beneficios de estos materiales para la salud ocular como sus limitaciones y potenciales respuestas oculares con respecto a las lentes de contacto hidrofílicas (LCH) convencionales de baja permeabilidad.
Aunque inicialmente fueron desarrollados para ser utilizados en régimen de uso prolongado, se ha ido cambiando el posicionamiento de estos productos, y en la actualidad son utilizadas principalmente para uso diario.
El contactólogo debe conocer las principales características, sus particularidades en cuanto a la interacción con la superficie ocular, sus ventajas y limitaciones y en definitiva, lo que podremos esperar cuando las adaptemos a pacientes y a usuarios de otros tipos de LCH o a nuevos usuarios.
Actualmente este tipo de lentes de contacto blandas permiten un régimen de uso prolongado diario, semanal, quincenal, mensual o convencional (anual).
Algunos usuarios de Lentes de Contacto Rígidas, y sean “duras o semiduras” requieren de una mayor comodidad en el uso de éstas, pero su condición visual, ya sea por graduación o por la forma de su cornea, no les hace candidatos a usar Lentes de Contacto Blandas, ya sean estándares o de fabricación.
Por otro lado, existen usuarios de Lentes de Contacto Blandas que precisan de una mayor agudeza visual, especialmente de noche; o astígmatas que necesitan una mayor estabilidad de sus lentes, evitando rotaciones de las mismas que reducen la visión, como en el caso de astigmatismos corneales irregulares.
Las lentes de contacto híbridas, aúnan las ventajas de ambos tipos de lentes, la visión y estabilidad de las Lentes Rígidas, junto a la comodidad de las Lentes Blandas.
La zona central de la lente es de un material rígido permeable a los gases, conocido como “semiduro”, con altísima transmisión de oxígeno y de un diámetro similar al de la zona óptica de la mayoría de Lentes Rígidas. La periferia está formada por una zona de Hidrogel de Silicona, fácilmente manipulable, y con una transmisión de oxígeno mayor que la de los materiales blandos más habituales; con un diámetro similar al de las lentes blandas convencionales. Ambos materiales, altamente permeables al oxígeno, y con un bajo porcentaje de agua, permiten un uso prolongado.
Su diseño permite compensar astigmatismos de hasta 6.00 Dioptrías, sin importar si éste es irregular; y sin necesidad de curvaturas tóricas de la cara posterior, permitiendo mayor comodidad en su porte, y una excelente Agudeza Visual.
Las lentes de contacto cosméticas son lentillas diseñadas principalmente para cambiar el aspecto de sus ojos y no para corregir su visión, aunque actualmente disponemos de lentes de contacto cosméticas con graduación tanto para uso diario, mensual o anual. Pueden parecer otro accesorio de moda para darle el toque a su disfraz exhibiendo una impactante mirada de gato, para que sus ojos luzcan más grandes y redondos usando el modelo de círculos, o para cambiar el color de sus ojos solamente por un día, pero para todas las lentes de contacto, incluso para aquellos de uso meramente cosmético, es necesario tener una receta o prescripción.
El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas ha advertido de los riesgos que conlleva el uso de lentes de contacto cosméticas que no han sido prescritas ni adaptadas por un óptico-optometrista.
Las lentes de contacto cosméticas son productos sanitarios de adaptación individualizada y deben cumplir los mismos requisitos y parámetros que las lentes correctoras, por lo que obligatoriamente deben ser adaptadas por un profesional óptico-optometrista en un establecimiento sanitario de óptica. Solo un óptico-optometrista puede evaluar si un paciente es apto para la utilización de lentes de contacto, adaptar las lentes de manera correcta y determinar si el paciente puede llevarlas sin problemas.