Hablamos de contactología convencional cuando nos referimos a la adaptación de lentes de contacto mediante técnicas optométricas respaldadas por pruebas subjetivas como por ejemplo el movimiento, centrado, posición, paso lagrimal, estado de la lente…, a partir de examen biomicroscópico, generalmente las lentes adaptadas son lentes con parámetros limitados.
La contactología avanzada se encarga de resolver las adaptaciones más complicadas utilizando lentes de contacto especiales y a medida para cada paciente, utilizando lentes de contacto más complejas, o pruebas más precisas para la adaptación de lentes de contacto convencionales.
Para ello es necesario disponer de topógrafos corneales de última generación que nos facilitan los mapas de curvaturas corneales y poder así, adaptar lentes de contacto de manera óptima, incluso en pacientes intervenidos quirúrgicamente con láser, traumatismos corneales, ectasias corneales como el queratocono, etc… así como para prevenir posibles problemas derivados del uso de lentes de contacto RPG mal adaptadas, roces, erosiones corneales, moldeo corneal…
Este tipo de lentes nacen por la necesidad de proteger, por ejemplo, traumatismos corneales a modo de apósito. Las propiedades de las lentes de contacto blandas las hacen muy útiles para el tratamiento de muy diversos trastornos de la córnea. Dentro de las propiedades más importantes de las lentes de contacto terapéuticas (LCT) está el que dejan pasar la luz. Antes de la introducción de las LCT para proteger una córnea lesionada no había más remedio que poner una oclusión, practicar una tarsorrafia o en último caso realizar un colgajo conjuntival.
Más recientemente se puede poner una inyección de toxina botulínica en el párpado superior, haciendo que este se cierre y protegiendo también así la córnea. Estas soluciones desde el punto de vista terapéutico son muy efectivas pero tienen el inconveniente de no dejar que el paciente vea, y además no permite la exploración del ojo. Las LC han venido a solucionar este problema.
Toda lente de contacto terapéutica tiene un efecto beneficioso la protección física de la córnea que permite mejorar la cicatrización y un efecto negativo la hipoxia.
Ortoqueratología u Orto-k es la modificación programada de la forma de la córnea, con el objetivo de reducir o corregir la miopía. La Orto-k se realiza con lentillas especiales que se usan mientras se duerme y permiten una visión nítida y libre durante el día.
La Orto-k tiene su origen en los años 60, cuando se descubrió que las lentes de contacto modificaban la curvatura corneal y por ello la graduación. Si bien la adaptación normal de lentillas busca minimizar este efecto, la Orto-k tiene como objetivo potenciarlo para reducir la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía.
En sus inicios su efectividad estaba limitada a miopías bajas. Pero desde hace 10 años las nuevas tecnologías han permitido tratar eficazmente miopías de hasta 6 dioptrías mediante avances como la topografía corneal, el diseño y la fabricación de lentes con geometrías antes imposibles. Y actualmente se está avanzando en el tratamiento de astigmatismos e hipermetropías. Además, el uso de los nuevos materiales híper permeables al oxígeno ha hecho posible el uso nocturno de forma segura.
La técnica de la Orto-k es ahora una alternativa en la corrección de la miopía media y baja.
Una aplicación muy interesante es en niños o jóvenes con miopía incipiente, ya que no sólo tienen las ventajas anteriores sino que además diversos estudios han probado una reducción en la progresión de la miopía.